El cine y la literatura nos ha presentado siempre a los no muertos como seres especiales, normalmente de alta condición social, cultos, educados y a la vez perversos. El drácula de la Hammer era de los más malvados, no así el de Coppola, que se mueve por amor, o los atormentados vampiros de Anna Rice, con ese toque rozando la homosexualidad, evocando los sentimientos humanos. La saga de las crónicas vampíricas es de lo mejor que se ha escrito en este género en años. Debemos mencionar “Entrevista con el Vampiro” que es una gran adaptación y una buena película. También llegó “La reina de los condenados” que no hacia justicia al gran libro en el que se basaba.
Otros filmes sobre Vampiros interesantes son “El Ansia” con Susan Sarandon, Catherine Deneve y David Bowie, que allá por 1983 nos fascinaron con unas escenas oníricas difíciles de olvidar. Más tarde llegó la simpática “Jóvenes Ocultos“, cinta que Junto a los Goonies, Cazafantasmas o los Gremlins, forman parte ya por mérito propio como algo de nuestra generación.
Mas reciente tenemos Blade, un personaje que no tiene nada que ver el cine con el del Cómic en el que está basado, que al menos nos hizo pasar un rato entretenido y siempre nos queda para el recuerdo esa gran escena en la discoteca saliendo sangre por los aspersores. La saga Underworld, de estética parecida a Matrix, donde se nos narra una lucha entre vampiros y licántropos. John Carpenter se sacó de la manga una gamberro Western Vampírico llamado “Vampiros” con un James Woods en estado de gracia. O el propio Tarantino y Rodriguez en “Abierto hasta el Amanecer“.
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